El crecimiento

No es avanzar sin tropiezos

No crecemos cuando aprendemos más.
Crecemos cuando lo que aprendemos empieza a transformar nuestra forma de vivir.

El crecimiento interior no es una escalera hacia arriba,
es un volver a casa, un ordenar, un comprender desde otro lugar.

Aquí te propongo cinco caminos.
No para que los recorras todos de golpe,
sino para que elijas aquel que te está llamando ahora.

Miedo.
Amor.
Muerte.
Presente.
Libertad interior.

Cada uno es una puerta distinta,
pero todas llevan hacia el mismo lugar:
tu verdad más profunda.

Imagina que estás en un bosque.
No uno que conoces, sino uno que se va revelando mientras caminas.

No tienes mapa, ni reloj, ni guía.
Pero sí algo que late en el pecho: una certeza de que no estás perdido.

A veces el sendero es claro, ancho, suave.
Otras veces se estrecha, se oscurece, y parece que no hay salida.

Hay momentos en que te detienes, miras atrás, y dudas.
Pero también hay instantes en que el sol atraviesa las hojas
y te ilumina justo cuando más lo necesitas.

Así es el crecimiento.

No es avanzar sin tropiezos,
es avanzar sabiendo que cada paso, incluso el más torpe,
te está enseñando algo esencial.

En este bosque que eres tú,
todo lo que parece desorden… también es raíz.

🌱 ¿Por dónde empezar?